Práctica 6

1. Por educación, podemos entender el proceso de socialización al que se ven sometidos los individuos. Al educarse una persona adquiere, aprende y asimila conocimientos, conductas y valores, tambien adquiere conciencia cultural de las generaciones anteriores.

2. Los contextos en los que un niño puede ser educado, son varios, de los que destacan :

La escuela. Donde el niño recibe una educación formal, adaptada a la situación o circunstancia que vive el sistema educativo en ese momento, donde adquiere conocimientos y es guiado por la figura del profesor.

Su casa. El lugar donde el niño pasa el resto del tiempo cuando no está en el colegio (aunque no siempre). Donde recibirá una educación no formal de mano de los padres, tutores o personas que estén a su cargo en ese mismo sitio. Aquí el niño será educado en el sentido conductual de la palabra, es decir, los padres guían a su hijo para que, en definitiva, sea una persona de provecho. De todos modos hay excepciones.

Su grupo de amigos. Cuanto mas mayor es el niño, mas conciencia tendrá de que pertenece a un grupo en el que todos tienen un denominador común ya sean sus gustos, preferencias, etc. A medida que el niño crece, también se verá influenciado por el comportamiento que tienen sus compañeros de grupo.


3. La responsabilidad educativa de la familia, desde la perspectiva de los profesores, es la de meramente preparar a la persona que va a ir a la escuela, haciéndole ver que es algo que le enriquecerá para que su comportamiento en ella sea adecuado, y tenga ganas de aprender. Las perspectivas de la escuela son, simplemente, que el niño esté preparado para encajar en el grupo que se crea al entrar un niño en la escuela, que no dé problemas, y que su paso por la escuela sea productivo y enriquecedor para el niño.


4. La responsabilidad de la escuela desde la perspectiva de los padres es terminar de preparar al niño para vivir en sociedad y ser una persona válida en un futuro, ya que ahí recibirá la mitad o más de la educación y los valores que van a marcar al niño el día de mañana. La responsabilidad de la escuela desde el punto de vista de la familia es, también, de preparar al niño para la vida en sociedad y convertirle en un elemento activo de la unidad familiar.

5. Respecto a la transmisión de normas, valores y costumbres, debe responsabilizarse la familia, ya que cada familia tiene sus normas y costumbres. Respecto a los valores, deben de ser impartidos tanto en la escuela como en la familia. Las normas también deben de ser enseñadas en la escuela, sobretodo, las normas de convivencia.
Las habilidades sociales de autonomía, como el aseo, la comida, el vestido etcétera deben ser, en un principio, enseñadas por la familia, después, en la escuela, el niño las pondrá en práctica, por ejemplo cuando se lavan los dientes después de comer. La habilidad de interaccion, como expresar sus emociones o estados de ánimo, reside en la escuela, ya que le enseñarán la manera de expresarlo correctamente mediante el estudio de la lengua, locuaz hará madurar al niño, aunque la familia tambien juega un papel importante ya que son los primeros que verán expresarse al niño.

La enseñanza de conocimientos también es algo dual, pero el papel de peso lo lleva la escuela ya que su función es aportar conocimientos nuevos al niño para formarlo como persona.

La responsabilidad familiar, es algo que el niño aprenderá en casa y los profesores tendrán que colaborar incentivándolo en la escuela con tareas como mantener limpia la clase.

6. El “versus” entre escuela y familia se puede comprender como una asociación complementaría, ya que como bien dice el fragmento, la excesiva profesionalidad en la relación profesor alumno elide el cariño que necesita todo niño para vivir. La escuela y la familia, en nuestra opinión, complementan un mano a mano necesario para la educación del niño.

7. En la actualidad hay muchos tipos de familia, asique la manera de adecuar el combo familia-escuela es creando una escuela tolerante, abierta y del mundo, sin generar diferencias entre niños de otros países, culturas etcétera. El objetivo es crear en la escuela, una pequeña gran familia donde el niño se vea en condiciones propicias y adecuadas, es decir, que esté cómodo para que el proceso educativo se produzca como algo natural y no como algo impuesto por la sociedad.

Motivación

En nuestro aula los niños tienen un perfil de vagancia. Debido a este perfil, nuestros alumnos necesitan una ayuda, es decir, una motivación estrínseca. Esto significa que ellos no realizarán los trabajos o el estudio para satisfacerse personalmente del trabajo bien hecho, sino que necesitan agradar a los demás o recibir algo a cambio para poder motivarse. Tenemos que estar atentos, ya que debemos motivarles antes y durante las actividades, y además, cuando terminemos, debemos continuar con la ayuda para que sigan estando perceptivos en el proceso de enseñanza-aprendizaje.Nosotros como profesores debemos devolverles la confianza y la motivación para aprender, ya que muchas veces pierden el interés, y otras, estan desanimados.

En primer lugar vamos a hablar de los alumnos que están desinteresados, es decir, el rendimiento académico no tiene un valor importante para ellos. Para comenzar a recuperar el interés del alumno, los profesores tenemos que desarrollar una relación positiva con él; por ejemplo lo podemos conseguir contando en clase experiencias propias que hagan al alumno acercarse a nosotros y vea que somos como él, quizá esto empuje al estudiante a contar sus propias vivencias en clase logrando así tener más confianza.
Otro factor importante es descubrir los intereses de los alumnos, para que la escuela le resulte más agradable, e incluirlos en las tareas y actividades del aula. Para lograr esto podemos añadir temas deportivos, o de actualidad, o de grupos musicales, etc. en las diferentes asignaturas.

Por otro lado, hablaremos de los alumnos desanimados. Nuestra labor como profesores consiste en reconstruir la confianza que han perdido estos alumnos. Dentro de estos alumnos encontramos 3 tipos:

a) Estudiantes con baja habilidad, bajo rendimiento y bajas expectativas.
Con estos alumnos se deben realizar tareas individuales que requieran un esfuerzo por su parte para que progresen.

b) Estudiantes con síndrome de fracaso.
Estos estudiantes presentan problemas de baja autosuficiencia o de atribución, es decir, atribuyen sus fracasos a su baja habilidad. Para potenciar a estos alumnos debemos enseñarles que su fracaso se debe a un conocimiento o esfuerzo insuficiente, y hacerles ver que pueden lograr lo mismo que los demás si trabajan. Para estos niños es muy importante valorarles sus progresos, por pequeños que sean, así les darás confianza para saber que ellos pueden hacerlo.

c) Alumnos motivados para proteger el autoestima evitando el fracaso.
Estos niños evitan hacer las tareas para no fracasar. Para ayudarles debemos asignarles trabajos desafiantes pero que no sobrepasen las habilidades del alumno. También debemos enseñar al alumno a establecer metas desafiantes, pero alcanzables. Es importante que el alumno se sienta orgulloso por su esfuerzo minimizando las comparaciones sociales.